Crepe o galette de trigo sarraceno

Crepe o galette de trigo sarraceno

Las crepes de trigo sarraceno o galettes son típicas de la cocina bretona, donde podemos encontrar una creperia cada pocos metros.

El trigo sarraceno, llamado también alforfón, o en Catalunya fajol (gran conocido de la preciosa zona de la Garrotxa), no es exactamente un cereal, yo no soy una experta y no os voy a colocar aquí la wikipedia, pero si que se que no viene de la familia de las gramíneas como si lo son el trigo (blat), el centeno (sègol), la cebada (ordi) o la avena (civada) y a diferencia de estos, el trigo sarraceno no tiene gluten. Os pongo las traducciones al catalán, ya que como podéis ver la cebada y la avena pueden dar a confusiones.

La historia del trigo sarraceno se asocia a épocas de pobreza, ya que crecía en tierra pocos fértiles y en un tiempo corto, por lo que en Bretaña fue un alimento muy importante para la nutrición y por eso se conserva su uso en su cocina tradicional (en otros lugares también fue utilizado en época poco próspera y también ha dejado huella en sus cocinas). Actualmente, las dietas saludables y las dietas sin gluten han hecho renacer su cultivo y consumo ya que cuenta con muchas propiedades beneficiosas.

El trigo sarraceno es más oscuro que el trigo habitual, por lo que nuestras galettes quedaran de un color marrón tostado. Estas pueden ir rellenas casi de lo que se nos ocurra y se suelen acompañar de una sidra natural que marida perfectamente, servida en taza de loza que sirve para mantener su temperatura. Ahora os explico como hacer la masa y unos ejemplos de relleno.

Para 8 unidades de galette:

  • 250 g de trigo sarraceno
  • 2 huevos
  • 500 g de agua fría
  • 1 cucharadita de sal
  • 50 gramos de mantequilla

Mezclar los ingredientes a excepción del agua. Luego añadir el agua y mezclar bien, que no queden grumos. Quedará una masa un poco densa. El cazo de servir la sopa nos servirá de medida para echar la masa en la sartén con unas gotitas de aceite o mejor si tenemos una crepera plana (la mía es un poco pequeña y con un poco de borde y no me acaba de convencer para poder plegar los bordes). Debemos extender la masa por toda la crepera, nos irá muy bien un palito de madera con forma de T. Esperamos un poco y en breve veremos que ya podemos levantar la masa con una espátula y darle la vuelta. Cocemos por el otro lado, de forma que quede dorada. Y ya podemos rellenar.

Relleno número 1 (uno que nunca falla):

Una loncha de queso que colocamos en el centro y dejamos que se funda un poco. Añadimos unas lonchas de jamón, unas hojas de rúcula y trozos de nueces. Plegamos los lados de forma que quede cuadrado (mi crepera como es pequeña, solo le pliego dos lados como podéis ver en la foto). Y servir inmediatamente en el plato (los ingredientes como ensalada son los últimos y no hay que dejar que se cuezan). Comentaros que en Bretaña se suele servir así plegando en cuadrado y no enrollándola como se ve mucho fuera de Bretaña.

Relleno número 2 (ideal para los niños y no tan niños):

El típico de queso y jamón york. También se puede añadir un huevo encima.

Relleno número 3 (un toque gourmet):

De pollo y cebolla confitada. En el caso de ingredientes que tienen que estar hechos, hay que cocinarlos previamente y luego añadirlos al relleno.

Otros rellenos :

Escalibada y queso de cabra.

Espinacas, pasas y piñones.

Salmón y queso crema.

Pollo y puré de manzana.

Y lo que se os ocurra.

 

Y de postre, que mejor que una crepe dulce? Fue nuestra primera receta en horadecocinar, así que le tengo mucho cariño, Crepe de chocolate