Hoy os enseñamos una receta típica aragonesa, haciendo honor a mi madre originaria de Huesca y que ha preparado el plato infinidad de veces para nuestra familia. Una cocina a fuego lento que no debemos olvidar.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 kg de pollo amarillo cortado en trozos
- 6 dientes de ajo
- 150 g de jamón serrano cortado a tacos
- 1 cebolla
- 1 pimiento rojo
- 1 bote de 400 g. de tomate natural triturado
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 vasito de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra
Primero de todo salpimentar los trozos de pollo.
Poner una olla con un chorro de aceite de oliva virgen extra a calentar, añadir el pollo y dorar por todos los lados. Después reservar.
Cortar el jamón a taquitos. Pelar los ajos y laminar.
Lavamos bien el pimiento rojo y cortamos en tiras, también la cebolla a juliana.
Añadir los ajos y el jamón en la olla y cocinamos hasta que veamos los ajos un poco dorados.
Ahora ya podemos añadir la cebolla y el pimiento rojo. Añadir un poco de sal (poca que el jamón ya aporta a la cocción) y dejamos pochar de 5 a 10 minutos.
Echamos el bote de tomate natural triturado, junto con la pizca de pimentón rojo y el laurel. Lo dejamos cocinar unos minutos y añadimos el vino blanco hasta que evapore el alcohol.
Es el momento de añadir el pollo troceado que hemos reservado. Ahora entra en juego esa cocción de fuego lento para que se haga poco a poco, pueden ser unos 30-40 minutos.
Hemos hecho la receta con pimiento rojo, pero acepta que también le pongáis pimiento verde.
Si dejáis reposar el plato todavía estará más rico.
Acompañar con unas buenas patatas fritas y pan para mojar la salsa.