Debe ser que estoy muy enamorada, porque aunque ya pasó San Valentín todavía os voy a enseñar otro trabajo, la verdad es que no fue premeditado porque el viernes todavía no sabía que los iba a hacer, pero al final quería hacer algo especial a mi marido y así lo hice, eso sí tenía que ser rojo, muy rojo pasión y así, además aprovechar los Candy Melts que me regalaron hace poco.
Así que me puse rápido a desmenuzar un bizcocho y mezclar con buttercream de mantequilla hasta que se integró para luego darle forma, después con un cortador con forma de corazón me ayudé para preparar la forma del cake pop y dejé enfriar en la nevera, para luego poder poner el palito con un poco de Candy Melt que había fundido en el microondas, tendréis que dejar solidificar para luego acabar de trabajar y hacer el baño de Candy Melt para acabar de cubrir nuestros cake pops.
La verdad es que cada vez que quiero hacer cake pops tengo miedo que queden estrellados en el bol de Candy Melt fundido, ósea que aseguraros han quedado bien sujetos y al escurrir el sobrante de Candy Melt no lo hagamos directamente golpeando el palito en el bol, sino que lo hagamos sobre uno de nuestros dedos de la otra mano.
Luego añadí un pequeño detalle de fondant, simulando unas rositas.
Tan solo faltaba la presentación: un lacito rojo y pinchados en alguna maceta de decoración. ¿ A que queda bonito?