El Käsespätzle es un plato tradicional austriaco y también del sur de Alemania, que se compone de una especie de pasta llamada Spätzle a la que se le añade sobre todo mucho queso y también cebolla frita o bacon o verduras. También se puede usar para acompañar carnes en salsa en lugar del típico arroz blanco.
Esta pasta la venden hecha como si fueran paquetes de macarrones, pero se puede hacer en casa fácilmente, eso sí, se necesita un pequeño accesorio, que es como una tapa de metal o plástico con agujeros y una rasqueta (la podéis encontrar en Amazon por 10€ aprox.).
Ingredientes para hacer la masa:
- 300 g de harina
- 3 huevos
- Sal
- Nuez moscada
- 150-200 de agua
Mezclamos bien los ingredientes. Empezamos con 150 de agua, si queda muy espesa añadimos un chorrito más de agua. La textura es ligera pero no líquida.
Ponemos una olla con agua con sal a hervir. Cuando ya hierva colocamos la tapa de metal sobre la olla, vertemos la masa y vamos pasando la rasqueta por encima para que caiga al agua en trozos pequeños. Cuando floten es que están hechos y los podemos retirar (esto tarda muy poco, se hacen enseguida).
Ingredientes para preparar el käsespätzle:
- Spätzle hervidos
- Queso emmental rallado
- Cebolla frita (mira cómo hacerla en el blog con aceite de calidad, sin aceite de palma)
A medida que sacamos los spätzel de hervir, los colocamos bien escurridos en una fuente que pueda ir al horno, colocamos bastante queso rallado por encima. Ponemos otra capa de spätzel y otra de queso rallado, así hasta que se acabe todo. Tiene que llevar bastante queso.
Colocamos en el horno a 180º durante unos minutos hasta que el queso se haya fundido. Retirar y añadir la cebolla frita.