Los mercados franceses gozan de una salud magnífica y son una visita obligada ya que son una maravilla de bullicio y de color. La cocina francesa es considerada como una de las mejores del mundo y esto desde luego se ve en sus mercados.
Sé que muchos también me criticareis y me diréis que aquí tenemos la mejor comida y la dieta mediterránea, cosa que os diré que es verdad ya que en cuanto en calidad y variedad también estamos más que sobrados y por eso tenemos otras de las mejores cocinas del mundo. O me diréis que en Francia se usa mucho la mantequilla, a lo que te diré que sí que es verdad pero más en unas zonas que en otras y desde luego fijarse solo en esto es olvidarnos de gran parte de la gastronomía francesa.
Lo que quiero resaltar sobre todo es la gran variedad de productos y ingredientes y por tanto de recetas que hay en la gastronomía francesa: así en Norte si es más tradicional el uso de la mantequilla y la crème fraîche (la nata de cocinar que llamamos nosotros), así como la influencia belga (patata, cerdo, judía, cerveza) o alemana (salchichas, chucrut) en los platos. Al sur la influencia mediterránea es más destacada y se nota en el uso del aceite, el vino, las aceitunas, y las hierbas aromáticas. Según las zonas será común encontrar pato, foie, pescados y mariscos como las ostras y mejillones. En cualquier caso que levante la mano el que no conozca nada de la cocina francesa: quiches, crepes, fondues, foie, mostaza, cruasáns, cognac… su influencia es innegable.
Por todo esto visitar sus mercados se convierte en todo un espectáculo sensaciones. En este artículo os quiero enseñar sobre todo muchas fotos para disfrutar de su ambiente.
Aprovecho para recordaros, ya que últimamente por algún motivos me lo han preguntado varias veces, que todas las fotos que aparecen en este blog son hechas por nosotras, seguro que hay mejores y peores pero desde luego desde los inicios hay gran mejoría, ¡esperamos seguir mejorando!
El mercado Víctor Hugo de Toulouse:
Este mercado consta de 100 puestos de pescado, charcutería, fruta y verdura, panadería, pastelería. Una de las cosas importantes de este mercado es que en la planta superior hay varios restaurantes donde se puede comer. Evidentemente los productos provienen del mercado y se cocinan allí, así que son muy buena opción para probar la gastronomía local.
Lo que más me llamó la atención es la cantidad de comida que hay en todas las paradas que rebosan de productos. En la sección de pescadería encontraremos ostras de Guillardeau (de la costa atlántica francesa), ancas de rana, gambas, caracoles de mar, erizos de mar (garotas en catalán), entre otros muchos pescados:
Veremos puestos de quesos, de todos los tamaños y de todos los tipos:
La puestos de casquería llaman mucho la atención, no apto para escrupulosos, pero con los que se hacen platos diez sin duda:
Encontraremos productos preparados y semi-preparados:
Y podremos llevarnos a casa una de las especialidades de la zona la Cassoulet (alubias blancas cocidas con carne y embutidos, como la costilla de cerdo, el pato confitados, o la salchicha de Toulousse entre otros)
También hay puestos de pastelería y dulces:
El mercado de Les Halles de Narbona (Narbonne)
Más pequeño que el anterior, pero con la misma buena salud, encontramos en la población de Narbona (para hacernos una idea es una ciudad pequeña de unos 50.000 habitantes) el mercado de Les Halles. También se compone de unos 70 puestos de fruta, carne y pescado fresco.
En este mercado igualmente son importantes los puestos para comer que os explicaré en el post de Comer en Francia ya que se merecen mención aparte y en el que también os hablaré de un restaurante espectacular que hay en esta ciudad.
El mercado de Avignon
En el mercado de les Halles seguiremos gran variedad de productos, en este mercado en plena Provenza podremos encontrar como no, los omnipresentes jabones de lavanda y las famosas hierbas Provenza, compra obligada en la región:
El mercado de Les Halles de Sète
Otra pequeña ciudad de unos 45.000 habitantes y que goza de otro bonito y bullicioso mercado. Se repiten los puestos de productos frescos de la zona.
Estamos ya en plena costa francesa y al lado de la laguna de Thau donde se crian magníficas ostras y mejillones y que por tanto van a ser protagonistas en este mercado. Aquí también encontraremos puestos de comida donde degustar estas maravillas a precios muy asequibles y que se abarrotan de locales y turistas. Es aquí donde he conocido un marisco que llaman Violet (parece que en Cataluña es llamado Bunyol de Mar, o en el resto de España Limón de mar, por nuestras tierras parece que es difícil de encontrar).
También hay puestos donde venden tielles, que es una empanada rellena de pulpo, muy famosa en la zona, no te puedes ir de Sète sin probarlas:
Y más puestos con dulces: eclairs, merengues y muchos más:
Podríamos seguir y seguir y seguir… no os perdáis próximamente el post Comer en Francia, donde os explicaremos más sobre la gastronomía francesa.
PD. Sí, sí, las fotos son todas nuestras 😉